miércoles, 25 de febrero de 2009

MUNDIAL GASTRO

Este apartado es fundamental.
Entre dormir bien y comer bien, me quedo con lo primero.
Está claro que se debe adaptar uno, al medio en que se desenvuelve.

La comida es una señal de identidad cultural, es una muestra directisima del ADN de cada pueblo. Cada lugar que conocí tenía unas normas no escritas que pasan de padres a hijos, tal cual partitura gastronómica que se debe conservar.
Es un tipo de lenguaje, que todos podemos valorar pero no todos podemos entender.
He colocado algunos "posts" introductorios, como miscelania de todo lo que encontré en el tesoro culinario mundial.
En este viaje, las sorpresas pueden maravillosas.
Nunca rechace tamaña señal de amistad, porque puede ser el vehículo introductor de una magnífica relación.

El dormir, esto ya es otro cantar. Es el eterno dilema del viajero, porque supone un tercio del presupuesto. He dormido en toda clase de lugares y situaciones, desde una casa fantastica en Cuenca (Ecuador) hasta una cuadra llena de pulgas en Kochi (India).
Supongo se debe llegar a un término medio, no me gusta molestar; simplemente me gusta dormir.
La gente que te encuentras en el camino siempre está presta a ayudar. No voy a dar lecciones, sino a escuchar.
Me resulto siempre curioso observar el sentido unitario de la familia. En las casas que compartí, cuando alguien tiene un problema, todo el linaje se une para buscar las causas del problema.
He podido ver con mis propios ojos como viven las tribus amazónicas, o como se celebra la nada en una isla remota del Pacífico, agotando el "kava"; sin llegar a ver el amanecer.
Nunca hay que olvidar que somos sólo 1000 millones de privilegiados, el resto simplemente se levanta para vivir..

LIVINSTONE - GUATEMALA GARIFUNA
TAPADO, una zarzuela mediterránea cambiando el azafrán por el coco.

EL SALVADOR - SAN SALVADOR
PUPUSAS, YUCA FRITA, TAMALES Y ATOL DE ELOTE, el secreto mejor escondido de San Salvador, fue descubierto gracias a mis amigos Ronnie y Ana Maria.

MONTREAL - CANADA
Ese SUSHI, que todos llevamos dentro. La vuelta a lo sencillo, al minimalismo zen, a comer lo básico, pero siempre en compañía de una buena SAPPORO BEER. Los japos no son tontos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario